Algunas patologías o afectaciones neuromusculares pueden causar, en ocasiones, dificultades para controlar la articulación del tobillo y/o el pie. En estos casos, y muy especialmente si los pacientes son niños, el uso del sistema DAFO ayuda a mantener una posición correcta, facilitando, de este modo, la movilidad y la estabilidad del usuario.
El DAFO se define como una ortesis dinámica para el tobillo y el pie. Inventado en Estados Unidos en la década de los años 80, la marca comercial originaria denomina ya de forma genérica a este tipo de ortesis. Sin embargo, los sistemas actuales poco o nada tienen que ver con los primeros modelos hechos en yeso. Las innovaciones tecnológicas y el uso de nuevos materiales permiten, hoy día, ofrecer ortesis resistentes, pero de gran ligereza, y totalmente adaptadas a las características del paciente. El objetivo es permitir el mayor movimiento posible de las articulaciones, pero de forma segura. Es decir, gracias a su gran flexibilidad, el DAFO da un mayor control al niño, proporcionándole apoyo sólo cuando lo necesite. Asimismo, al permitir una mejor alineación de la musculatura, contribuye a mejorar el control postural.
El uso del DAFO será siempre indicado por el médico especialista. Después, será el técnico ortopédico el que diseñe y fabrique la ortesis, tras tomar las medidas, analizar el patrón de marcha y conocer las necesidades del paciente. En la actualidad son varios los materiales que se emplean en su fabricación. En cualquier caso, es fundamental ajustar al máximo el espesor y la densidad de la ortesis, así como el sistema de sujeción a través de cintas o llaves para conseguir una correcta alineación.
El DAFO puede ser utilizado con independencia del peso o tamaño del paciente, aunque estos factores sí han de ser tenidos en cuenta a la hora de elegir el modelo. De fácil manejo, pueden mojarse y usarse tanto en la playa como en la piscina y se limpian con agua y un jabón suave. El único requisito a tener en cuenta es utilizar el calzado adecuado y que mejor se adapte a su ortesis. Para ello, lo más recomendable es seguir los consejos de su ortopedista.