Prensión y sujeción son las principales funciones de la mano humana. Un miembro de especial complejidad, que diferencia al hombre de otras especies animales y en cuyo funcionamiento intervienen multitud de huesos, músculos y terminaciones nerviosas. No en vano, la mano es también el principal órgano del tacto.
Los miembros superiores pueden verse afectados por traumatismos o patologías neuromusculares que inciden en su funcionamiento y que impiden a la persona afectada desarrollar actividades de la vida cotidiana. Precisamente, su posición y su gran movilidad hacen que las manos sean especialmente vulnerables a traumatismos y a frecuentes lesiones.
En algunos casos, el uso de una férula dinámica será el tratamiento indicado por el especialista para facilitar la recuperación de aquellos músculos debilitados o lesionados. A diferencia de las ortesis pasivas, las ortesis dinámicas permiten o facilitan el movimiento, es decir, permiten al paciente ejercitar las zonas afectadas a través, por ejemplo, de un programa de ejercicios de rehabilitación pautado por el médico o el fisioterapeuta.
El uso de las férulas dinámicas para miembros superiores está especialmente indicado en los casos de:
Ventajas
Realizadas en termoplástico y con base acolchada para evitar heridas o rozaduras por presión, las férulas dinámicas se caracterizan por su gran versatilidad. El hecho de que empleen un sistema modular ofrece numerosas posibilidades y, lo que es más importante, permiten su adaptación y personalización, según el tratamiento requerido, a las necesidades y características del paciente. De igual modo, este tipo de férulas son de fácil ensamblaje por lo que la adaptación es rápida y cómoda para el paciente. Disponible en tres tallas, se podrá, incluso, utilizar sobre escayola en caso de que fuera necesario.
El fin de las férulas dinámicas de miembro superior es aportar las fuerzas dinámicas necesarias para la correcta rehabilitación de la zona afectada. Por ello, este tipo de ortesis ofrece diferentes complementos que se podrán adquirir de forma independiente y que se añadirán a la base palmar y de antebrazo. El objetivo, ajustar al máximo el tratamiento pautado para cada paciente y, de este modo, conseguir la correcta y pronta rehabilitación de la extremidad afectada.