Las lesiones en la rodilla son muy comunes y no sólo entre quienes practican alguna actividad deportiva. Pueden ocurrir a cualquier edad y provocar que actividades diarias como levantarse de una silla, subir escaleras o caminar sean difíciles y dolorosas para quienes las padecen. Entre esas lesiones, destacan las que afectan a los tendones y ligamentos que suelen producirse por realizar torsiones bruscas y repentinas y para cuya recuperación se requiere estabilizar la rodilla.
Estabilizar la rodilla es clave para recuperarse, por ejemplo, de un desgarro en los ligamentos cruzados, una lesión en los ligamentos laterales o de una operación de menisco. Para ello, hoy día existen dispositivos ortopédicos que facilitan la estabilización de la articulación, sencillas de adaptar y cómodas de llevar gracias a la ligereza del material en el que están hechos. Es el caso de la ortesis SecuTec® Genu.
Ventajas
Una de las principales ventajas de este tipo de ortesis es su diseño que se adapta a la anatomía de la pierna y a la articulación de la rodilla. Ello contribuye, además, a la sensación de comodidad que experimenta el paciente durante su uso.
El dispositivo se coloca fácilmente mediante un sistema de cinturones que permiten un perfecto ajuste y un juego de almohadillas que se regulan en función del grado de inflamación de la rodilla. A ello se suma la ligereza del aluminio en el que está realizada y el revestimiento acolchado de su interior, características ambas que contribuyen a incrementar la sensación de confort.
Asimismo, gracias a su diseño la posible tensión ejercida por la ortesis sobre la rodilla se reduce de forma notable y favorece la recuperación de la lesión.
Cuándo usarlas
Será el personal sanitario el que prescriba el uso de una ortesis para la estabilización de la rodilla y el profesional ortopédico el que le asesore y supervise su utilización. En cualquier caso, este tipo de dispositivos suele emplearse en:
- Posoperatorio y tratamiento de la fractura de rótula.
- Limitaciones en el movimiento de la rodilla tras lesiones en ligamento lateral o menisco.
- Inestabilidades degenerativas o traumáticas o provocadas por la rotura del ligamento cruzado.