De la salud de nuestros pies dependerá, y mucho, nuestro estado general. No en vano, tener alguna dolencia en ellos puede conllevar también problemas en otras articulaciones como rodillas, caderas o espalda o, lo que no siempre es tenido en cuenta, problemas también para la movilidad y limitaciones que nos impiden desarrollar una vida normal.

Las ortesis plantares o plantillas alivian muchas de las dolencias en los pies y sirven de corrección, por ejemplo, en el caso de niños, para problemas derivados de patrones de marcha inadecuados.

Para garantizar la mayor eficacia, la plantilla ha de ser realizada tras el estudio baropodométrico de la pisada. De este modo, se establecen las zonas de presión, deformaciones… que es necesario corregir o aliviar. Con el diagnóstico y teniendo en cuenta las necesidades, características… del usuario, se hará la plantilla a medida y en el material que mejor sirva para el tratamiento. Es importante señalar que, los materiales más blandos están especialmente indicados para reducir las afecciones que cursan con dolor, mientras que los de mayor dureza son recomendables para correcciones posturales.

Si necesita usar una ortesis plantar, sepa que existen diferentes tipos.

• Plantillas blandas: Están hechas con materiales acolchados que absorben perfectamente las presiones y proporcionan una gran confortabilidad. Se utilizan para pies diabéticos, personas mayores o plantillas de descanso.
• Plantillas semirrígidas: Realizadas en cuerolite que exigen menos capacidad al calzado y corcho para descargar o corregir diferentes presiones o posturas. Pueden ser empleadas tanto en niños como en adultos.
• Plantillas rígidas: Fabricadas tanto en plástico como en resina y aluminio. Se prescriben fundamentalmente para tratar niños que precisan una corrección postural.
• Plantillas protésicas: Son utilizadas para el tratamiento en amputaciones parciales del pie. En este caso, se rellenan los huecos con material viscolástico lo que permite al paciente seguir utilizando un calzado normal y, de este modo, favorecer la aceptación psicológica tras la amputación.
• Plantillas para pie diabético: son plantillas muy blandas que reparten las cargas correctamente. Además de proporcionar una gran confortabilidad, evitan cualquier tipo de roce que pueda provocar úlceras.
• Plantillas deportivas: son cada vez más demandadas. Se realizan en diferentes materiales como resina, eva fresada o fibra de carbono. Estas últimas, por ejemplo, tienen la ventaja de ser muy ligeras y ofrecer una gran resistencia. En el caso de las plantillas deportivas no es sólo importante que se realicen a medida tras un estudio de la pisada, sino que también se tenga en cuenta la actividad deportiva que se va a practicar.
• Plantillas termoconformadas: Hechas en materiales termomoldeables. Indicadas para todo tipo de afecciones, entre ellas, para el tratamiento de grandes deformidades gracias a su total adaptación mediante molde de escayola o espuma.

Cuidados

Para garantizar el buen estado de nuestras plantillas, basta seguir estas sencillas recomendaciones:

• Límpielas con jabón neutro y un paño húmedo o con alcohol en el caso de materiales plásticos.
• Sáquelas durante la noche al aire libre para orearlas y eliminar el sudor y el olor.
• Éche polvos de talco antes de utilizarla.
• Comprobar antes de su uso si se tiene alergia al material en el que está
• fabricada. En cualquier caso, es recomendable utilizar calcetines finos de hilo o algodón.
• Para cualquier corrección posterior, acuda siempre a la ortopedia. Si la plantilla se mueve y no está totalmente adaptada no hará efecto alguno.

De igual modo, si necesita utilizar plantillas sepa que la elección de un buen calzado es también fundamental.

• Elija un zapato que tenga capacidad suficiente para que coja pie, calcetín y plantilla.
• Es recomendable que tenga entre 2 y 2’5 centímetros de altura en el tacón.
• Opte por modelos que tengan suela de goma y con suficiente grosor.
• Utilice calzado con cordones o velcro ya que facilita el ajuste de la plantilla.