Las dolencias en la mano son motivo frecuente de consulta médica y requieren en la mayoría de los casos tratamientos de fisioterapia y ortopédicos. En el caso de estos últimos, la principal y primera intervención pasa por inmovilizar el miembro afectado por medio de férulas u ortesis. Estas se diferencian de las prótesis en que no sustituyen al miembro afectado, sino que ayudan a reforzar su función y a mantenerlo en reposo. De no mejorar los síntomas, será el especialista quien valore si es necesario recurrir a otros tratamientos farmacológicos, infiltraciones o, incluso, a la intervención quirúrgica. 

Las afecciones que con más frecuencia se tienen en la mano son la rizartrosis, el síndrome del túnel carpiano y la tenosinovitis de Quervain. Un buen tratamiento ortopédico puede ser fundamental para sanarlas o, al menos, para aliviar sus síntomas. 

- Rizartrosis: Se define como la artrosis de la base del dedo pulgar provocada por el desgaste de la articulación trapeciometacarpiana. Esta degeneración suele estar ligada al envejecimiento, pero también a la realización de movimientos repetitivos o, incluso, al manejo de dispositivos móviles. Es una de las dolencias más comunes. Por fortuna, sus síntomas (rigidez, dolor, movilidad y sensibilidad reducida…), se reducen notablemente con tratamientos no quirúrgicos como el uso de férulas de forma intermitente. 

- Síndrome del túnel carpiano: Afecta especialmente a los hombres y en edades comprendidas entre los 30 y 60 años. Está vinculada a determinadas profesiones en las que se realizan reiterativos movimientos de la mano o de la muñeca, como es el caso de los peluqueros o amas de casa, o al uso de herramientas manuales que vibren. Esta afección está provocada por una presión excesiva sobre el nervio mediano, el nervio que discurre por la muñeca y que permite la sensibilidad y el movimiento a partes de la mano. Entre sus síntomas más habituales están entumecimiento, hormigueo, torpeza al agarrar objetos y dolor en manos y dedos. 

- Tenosinovitis de Quervain: deportes como el tenis, el golf o el remo o el simple y habitual gesto de alzar niños con frecuencia pueden ser causa de esta afección que se produce debido a la inflamación e irritación de los tendones de la muñeca. En este caso, la mejor terapia es dejar que descanse e inmovilizarla hasta que se reduzca la hinchazón. En algunos, casos, el especialista también puede recomendar la práctica de ejercicios suaves que siempre serán pautados por un fisioterapeuta.

Por norma general, en el tratamiento de las lesiones de las articulaciones de las manos es aconsejable el uso de la férula el mayor tiempo posible y muy especialmente durante la noche con el fin de evitar daños y asegurar la inmovilización de la articulación mientras dormimos. Hechas a mano o prefabricadas, será el técnico ortopédico, siguiendo las indicaciones médicas, el que asegurará su buena adaptación y correcto uso. Hoy, la gran mayoría de estas férulas están hechas en termoplástico, material lavable y transpirable. No obstante, es frecuente el uso de una calceta de algodón con el fin de facilitar la higiene y proteger tanto la piel como la propia férula. La única precaución en su cuidado, evitar la exposición y proximidad a fuentes de calor para que no se deformen.