Las afecciones neurológicas son unas de las causas más frecuentes de discapacidad en la infancia. Hablamos de trastornos que afectan a su sistema nervioso (cerebro y médula espinal) y que pueden provocar alteraciones a nivel cognitivo, del lenguaje, motriz o socio-emocional. Toda terapia o tratamiento rehabilitador debe buscar el máximo desarrollo del potencial del niño.
Las afecciones más habituales suelen ser la alteración del movimiento que puede ir o no acompañada de déficit sensorial (pérdidas de audición o de visión) y de déficit cognitivo, que frena su capacidad de comprensión, interacción e integración en el entorno. Sobre las causas que lo provocan, no sólo pueden ser diversas, sino que también varían en función del momento en el que se produzcan: prenatal (genética, infecciones, consumo o exposición sustancias tóxicas…), perinatal (anoxia, prematuridad, bajo peso…) y postnatal (TCE, accidente vascular…). Las más frecuentes, según los expertos, son las que ocurren durante el parto.
Con independencia de su origen, la detección precoz sigue siendo clave para el tratamiento del niño con una afección neurológica. El objetivo de cualquier terapia ha de ser fomentar al máximo su autonomía y sus capacidades. Durante la infancia, la plasticidad del cerebro es mayor al encontrarse en pleno proceso de desarrollo madurativo, por lo que la capacidad para desarrollar su potencial, para adquirir conocimientos y favorecer el aprendizaje es mucho mayor que en la etapa adulta. También en aquellos niños que tienen una discapacidad.
Terapias de apoyo
Son varios los enfoques o terapias que pueden servir de apoyo en el tratamiento de niños con trastornos neurológicos. No hay estudios o pruebas que demuestren la superioridad de una sobre los demás. Seguir, o no, alguna de ellas dependerá de las recomendaciones dadas por los profesionales sanitarios (médicos, fisioterapetuas, terapeutas ocupacionales, técnicos ortopédicos…), del diagnóstico, necesidades y características del niño y también de las de su núcleo familiar. En cualquier caso, es importante no olvidar que cada niño tiene su propio proceso madurativo y sus propios objetivos de aprendizaje. Entre las técnicas de rehabilitación y apoyo encontramos:
- Concepto Bobath es uno de los enfoques más utilizados hoy en día en el campo de la rehabilitación neurológica. Consiste en la repetición continua de movimientos y pone especial atención en zonas corporales abandonadas para su activación. Es un concepto funcional que proporciona al niño un tono postural más normalizado como preparación para el movimiento normal.
- Terapia Perfetti: al igual que Bobath, este neuropsiquiatra italiano asume que las conexiones deben ser creadas en el cerebro. El tratamiento, por tanto, no va dirigido solamente al refuerzo muscular, sino que tiene en cuenta cómo se organiza el movimiento a nivel cerebral. Así, para recuperar el movimiento es necesario activar los procesos cognitivos que se encargan de dicha organización. Estos procesos son la percepción, la atención, la memoria, el lenguaje, la imagen motora, el razonamiento…
- Terapia Vojta. Desarrollada por el neurólogo checo Václav Vojta, para quien existen patrones de movimientos naturales que son inherentes en todos nosotros. Estos movimientos se desencadenan por reflejo cuando se aplica un estímulo adecuado en una zona determinada. El tratamiento se centra en colocar al niño en diferentes posturas, estimulando puntos específicos y oponiendo resistencia al movimiento que se desencadena. Esta resistencia facilita la aparición de funciones innatas que se desarrollan a lo largo del primer año de vida como son el gateo, el volteo y la marcha.
- Educación conductiva: Es un sistema de rehabilitación integral, intensivo y activo sustentado en el principio de la plasticidad neuronal. Entiende el trastorno motor y las afecciones asociadas como susceptibles de mejora a través de una reorganización de funciones neuronales. El término Educación Conductiva fue acuñado por András Petö, en referencia a que el trastorno motor y la discapacidad que genera la lesión cerebral pueden ser tratados mediante el aprendizaje activo.
- Terapia del habla: tratamiento para la mayoría de los niños con discapacidades del habla y aprendizaje del lenguaje con el fin de mejorar su capacidad de comunicación verbal. Entrena la voz, la pronunciación y practica técnicas para la deglución y la escucha.
Algunos consejos para los padres
- Si observa algún retraso en el desarrollo del niño acuda a especialistas para que valoren la situación.
- Conozca las limitaciones de su hijo, pero, sobre todo, sus capacidades para potenciarlas.
- Trate de que, aquello que pueda hacer solo, lo realice sin ayuda.
- Sea positivo y constante. Si hay capacidad de aprendizaje, habrá mejora, pero ello requiere tiempo y esfuerzo.
- Realice refuerzos positivos ante los pequeños avances.
- Siga una rutina para hacerle más fácil el aprendizaje.
- No sobreproteja al niño. Tener una discapacidad no es una enfermedad.