A día de hoy, la teleasistencia es la herramienta más útil para que el anciano pueda seguir viviendo de forma autónoma, totalmente atendido y con garantías de seguridad para sus familiares.
Más de ocho millones de personas tienen más de 65 años en España, una cifra que no deja de aumentar, entre otros, gracias a la mayor esperanza de vida y a los avances registrados en el campo de la medicina. A día de hoy, la teleasistencia es la herramienta más útil para que el anciano pueda seguir viviendo de forma autónoma, totalmente atendido y con garantías de seguridad para sus familiares.
La población española envejece y lo hace a un ritmo nada desdeñable. Si en 2014 el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cifraba en un 18 por ciento el porcentaje de población mayor de 65 años, la previsión, según el Ministerio de Asuntos Sociales, es que en 2052 éste sea del 37 por ciento.
El perfil de nuestros mayores está bien definido: hay más mujeres que hombres y la mayoría de estas viven solas. Apenas si tienen estudios primarios y, de media, perciben una pensión de 861 euros. Por comunidades, son en las del norte peninsular las más envejecidas. La esperanza de vida se sitúa en 86,9 para los varones y en 90,7 para las mujeres y respecto a las causas de muerte las principales están relacionadas con enfermedades del aparato circulatorio, cáncer y patologías respiratorias, aunque en los últimos años se viene observando un aumento de las enfermedades mentales y nerviosas, tales como el Alzheimer.
Ante este panorama, ¿cómo hacer para garantizar la atención y calidad de vida de nuestros mayores? Los estudios revelan que cada vez más personas se decantan por vivir en residencias, sin embargo, y al margen de las limitaciones económicas, lo cierto es que la mayoría de los ancianos se muestra reacia a abandonar su casa. A mayor edad, más traumático es el tener que mudarse. Por ello, el objetivo ha de ser siempre favorecer su autonomía, siempre que la salud y el estado físico lo permitan.
Teleasistencia
En líneas generales, la teleasistencia se define como aquel servicio que permite a personas mayores o en situación de dependencia permanecer en su domicilio al facilitársele apoyo a través del teléfono y de dispositivos informáticos. De este modo, incrementa su seguridad y recibe una atención personalizada que le permite sentirse acompañado en la vida diaria.
En la actualidad, son muchas las administraciones, empresas o entidades que prestan este tipo de asistencia por medio de dispositivos cada vez más avanzados, prácticos y de mayor calidad y cobertura. Entre esas empresas, la firma Vitalcare ha lanzado al mercado Angelcare, un reloj teléfono con GPS que ofrece numerosas prestaciones. Entre ellas, permite localizar geográficamente a la persona, tiene un botón para llamadas de emergencia, puede emplearse también en la ducha y permite, por ejemplo, activar recordatorios de medicamentos o citas médicas.
Desde la plataforma web se hace un continuo seguimiento del usuario, teniendo en cuenta datos de interés como el grado de movilidad, patologías, alergias, personas o familiares de contacto o depósito de llaves. Asimismo, si el interesado lo desea, mediante dispositivos periféricos, se le puede hacer un seguimiento de los niveles de glucosa, oxígeno o presión arterial e, incluso, remitirle los resultados al médico si, por ejemplo, se detecta cualquier anomalía.
Este tipo de dispositivos no sólo mejoran la calidad de vida de los mayores, sino que, en ocasiones, pueden llegar a ser de vital importancia. Ocurre, por ejemplo, con los enfermos de Alzheimer. En estos casos, Angelcare permite saber en todo momento dónde se encuentra la persona y establecer un perímetro de seguridad que, de ser sobrepasado, activa una alerta para evitar que se pierdan.